¿Navidad donde mis padres o mis suegros?

Para quienes inician una vida juntos, la Navidad puede llegar a ser un momento de mucha tensión a la hora de decidir a dónde pasarla, si es que no lo harán solos en casa. Por lo general la Navidad significa ver a la familia, a los seres queridos y pasarla juntos en torno a una gran mesa. Y cada uno de ustedes querrá pasar las fiesta en casa de sus familiares. ¿Qué hacer si no hay consenso?

El pasar las fiestas con los padres o lo suegro puede ser un auténtico quebradero de cabeza si no se decide con tiempo y a través de la conversación. En muchas regiones de América Latina se suele recibir la navidad a las 12 de la noche con una gran cena y un brindis en medio de jolgorio y alegría. Es este momento en el que cada uno de los miembros de la pareja querrá estar con los suyos y deseará que el otro lo acompañe.

En otras partes, la Navidad se celebra con un súper almuerzo en la casa, mientras que en la Nochebuena se suele hacer un brindis con quienes suelen visitar a la familia. Y los conflictos surgen cuando se quiere estar con la familia en Navidad y no en Nochebuena.

La decisión será más fácil si la familia de uno de ustedes vive lejos, en otra ciudad, lo cual haría imposible visitarlos haciendo un viaje largo. Quienes estén más cerca pasarán a ser la prioridad.

Cuando las familias viven cerca es el dilema. Algunos hombres son cesivos y pasan la primera Navidad en la casa de los padres de ella, a partir de entonces las siguientes navidades serán intercaladas. Pero en otros casos tal vez no sean así y pretendan que vayamos con ellos donde los suegros. Aún cuando nos llevemos bien con ellos, nosotras querremos estar con nuestros padres.

¿Qué hacer? Lo fundamental en estos casos es conversarlo con anticipación y no dejarlo para último momento. Analicen los pros y los contras, las prioridades, teniendo en cuenta distancias, gastos y alguna otra particularidad que puede pesar en la decisión (por ejemplo si alguno de los padres está delicado de salud).

Si aún así no se logra consenso, pueden optar por el plan B: pasar la Navidad solos, como familia naciente. Puede ser en casa, en un restaurante o realizando un pequeño viaje romántico para dos, la Navidad será el momento perfecto para estrechar lazos y renovar votos.

Sea cual fuere la decisión que tomen, ambos deben quedar satisfechos con el resultado, el cual no será fruto de imposiciones sino de acuerdos mutuos de pareja, como tiene que ser en adelante.

Fuentes: Enfemenino.com, Nosotros2.com.

Imagen: RecetasyTragos.

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.

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