Puntos a considerar antes de casarse

Para muchos matrimonios jóvenes conseguir el éxito matrimonial significa no tener problemas y pasar tiempo juntos, tranquilos, divirtiéndose. No obstante, cuando el tiempo nos muestra la realidad de nuestra relación, terminamos por desear no habernos casado. Si temes que tu matrimonio termine en divorcio pon atención a estas pautas para que relación se haga más sólida y pueda superar las prueba que nos pone la vida.

Darse sin medida

Muchas parejas jóvenes vienen con ideas preconcebidas de lo que debe ser una relación ideal, ya sea por lo que ven en las novelas o las películas, y esperan dar tanto a la relación como dé su esposo o pareja, y cuando eso no ocurre, empiezan los problemas. Lo ideal, a diferencia de lo que el mundo opina, es dar siempre el máximo de dedicación a la relación; algunas veces tu pareja podrá darte 50 %, otras 80%, otras 30%, pero ello no quiere decir que debas dejar de hacerlo tú. El amor implica sacrificios que muchas veces no serán correspondidos.

Aceptarlo como es

Es común quejarse de la pareja por los constantes defectos que desplega cuando la convivencia se da; a lo mucho, con el tiempo podremos lograr que recuerde las cosas que nos molestan y, poco a poco, mejore ciertas actitudes. Pero querer amoldarlo a lo que nosotros tenemos en la mente por ideal, es imposible.

Simplemente intentarlo no solo es torpe, sino que daña la dignidad de nuestro esposo. Si lo has elegido, tienes que aceptarlo con todo lo bueno, lo malo y lo feo de su ser, así como él te acepta a ti.

Reduce tus expectativas

Nuevamente la televisión y el cine tienen mucho que ver con algunos problemas de pareja. A menudo esperamos casarnos con un hombre ideal que sea romántico y que esté pensando todo el tiempo en complacernos, cuando la realidad es otra. Por naturaleza los hombres son prácticos y el romanticismo es algo que les nace una vez al año; en consecuencia no podemos esperar que tengan todo el tiempo detalles románticos con nosotras; aunque si le puedes sugerir ideas para que te sorprenda.

Esto también se aplica a la intimidad de la pareja, pues muchas veces ambas partes llegan con muchas expectativas que no son satisfechas y creen que el amor se terminó. Sin embargo, la solución para esto es conversar acerca de lo que esperan o buscan, y que se asesoren con un especialista hasta que logren satisfacción. Ojo, que todo lo que se ve en la televisión es ficción; la realidad es otra cosa.

Nunca hacer comparaciones

Cada matrimonio es único, porque cada persona es única, por lo tanto no debemos comparar nuestra relación con las de otras personas. Empezar a hacerlo es ir minando las bases de nuestra relación y creando inseguridades en nosotras y nuestro esposo. Mucho menos empieces a envidiar a tus amigas, pues lo que vemos exteriormente puede ser agradable cuando en el interior no lo es. Concéntrate en ti y en tu pareja.

Aprender a pedir perdón

Si después de haber discutido con tu esposo, eres incapaz de disculparte a pesar de darte cuenta que tu te equivocaste, cambia de actitud. El orgullo y la soberbia no llevan a nada bueno cuando se trata del matrimonio. Hay que ser humildes para pedir perdón, solo con esa actitud lograremos no solo que nos perdonen sinceramente, sino que derrotaremos nuestra soberbia en beneficio de nuestra felicidad.

Fuente: SheKnows, ElblogdeMariaInmaculada.

Imagen: NewMarriage.

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Acerca del autor

Escrito por Lidia Caparachin

Soy comunicadora social, apasionada del cine, el teatro y la música; me encanta viajar, los helados de fruta y las series policiales.

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