El amor sufre diferentes etapas que se suceden de manera ininterrumpida, como la primavera, el verano, el otoño y el invierno. Se trata de un sentimiento que crece en la medida en que se alimenta. Sin embargo, la etapa más dulce de una historia se protagoniza en el inicio.
En ese momento en el que nacen las mariposas en el estómago como consecuencia de una inquietud y una ansiedad constante. El mundo sigue siendo el mismo, pero para una persona enamorada hay algo que ha cambiado por completo gracias a ese alguien especial que convierte en mágico todo lo que toca.
Por eso, la primera mirada, el primer saludo, los encuentros casuales y, por supuesto, la llegada de la primera cita, son instantes que nunca se olvidan por la carga de magnetismo y fantasía que tiene en la memoria con el paso del tiempo.
La primera cita puede ser el punto de inflexión de una historia; en ese instante puede que el interés crezca de forma mutua, o por el contrario, también puede suceder que al conocer las inquietudes de la otra persona el sentimiento llegue a su fin.
Tal vez, en algún momento te pasó que te fijaste en un chico al que luego, cuando lo conociste, seguiste queriendo, pero como amigo. Lo más importante es no cerrar las puertas a las personas, porque tanto el amor como la amistad enriquecen el alma de un ser humano.
En el inicio del amor todo es perfecto, porque no vemos ningún defecto en el ser querido dada la idealización. Los planes se disfrutan al cien por cien y el tiempo pasa muy rápido. La clave para valorar esta etapa reside como siempre en disfrutar el presente.
Sin duda, la aventura de amar merece la pena a cualquier edad. ¿Qué opinas de este tema?
Imagen: Atrápalo.
Tags Blobalaxia: Conquista, Seducción, Pareja, Amor, Felicidad.
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