Ser independiente en nuestra relación nos asegura una vida más rica y feliz, pues como todo en la vida, nada es para siempre, por eso no podemos centrar toda nuestra vida en torno a nuestra pareja.
Las situaciones inesperadas ocurren y es posible que en cualquier momento nuestro ser amado se aleje para siempre, y si no hemos aprendido a vivir felices con nosotras mismas, no podremos volver a ser felices sin ellos.
Además, el hecho de que no dependamos de nadie nos ayuda a ser más seguras de nosotras mismas, algo que a la mayoría de hombres les parece atractivo en una mujer.
Si antes de iniciar tu relación sentías que eras más independiente que hoy, solo toma en cuenta algunas pautas y ponlas en práctica.
Lo primero es recordar cómo solías ser al principio y retomar las actividades que más te gustaban hacer, como salir con tus amigas, ir al cine, al teatro, al club, de viaje, etc. Lo importante es que te sientas realizada y satisfecha, aunque tu pareja no comparta tus mismas aficiones, y darte tus gustos.
Otra recomendación es ser autosuficiente, es decir, que si puedes hacer algo manual en casa, como cambiar un foco o pintar una habitación, lo hagas; con ello le demuestras tu seguridad e independencia.
Asimismo, es necesario que tomes descanso de tu pareja, sobre todo si vives con él, así lograrás evitar la dependencia. Para ello puedes viajar con tus amigas, tomar clases o cursos, etc. Así, al final del día siempre tendrán algo nuevo para compartir.
Finalmente, analiza si todo el tiempo estás pidiendo su aprobación, pues entonces podrías estar sufriendo de dependencia. En ese caso es mejor que busques ayuda profesional para superar tus conflictos y poder llevar tu vida tranquila, segura e independiente.
Imagen: AsociaciónJazmín.
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