Una pregunta con la que los hombre nos estresan es la típica: ¿por qué las mujeres son tan complicadas? Aunque la verdad duele, debemos aceptar que algo de cierto hay. Me refiero a que en las relaciones de pareja muchas veces pecamos de ingenuas por no saber cómo expresar nuestros mensajes. Lo que decimos tiene que traducirse exactamente lo que queremos.
Puede que estés de lo más bien con tu chico y te provoque salir a dar una vuelta, pero en vez de decirle explícitamente eso te mandas con un “¿hay que hacer algo?”. En ese momento él atina a prender el televisor y tú ya estás rabiando por dentro.
Tienes que saber que con la finalidad de evitar este tipo de situaciones, tienes que hablar en sencillo. A ellos no les gusta jugar a las adivinanzas, y menos si no les hemos avisado.
Está comprobado que los cerebros de hombres y mujeres presentan algunas diferencias. Sin entrar en los campos de la neurología o la psicología, sino basándonos en nuestras experiencias podemos comprobar que las mujeres nos comunicamos de modo distinto que los hombres. Es por ello que a los hombres les cuesta descifrar nuestros códigos.
De hecho alguna vez recurriste al “ya viene mi cumpleaños”, y en vez de recibir una respuesta positiva sobre tu regalo él te dijo: “¿cuándo es?”. Definitivamente no nos merecemos tanta indiferencia, pero en este caso ¿quién es responsable?
Las respuestas bárbaras del género masculino son respuestas espontáneas. En cambio, nuestras propuestas son muy pensadas. En lugar de darle tantas vueltas a lo mismo, ¡actuemos de manera más práctica!
Si quieres salirte con la tuya, no construyas toda una estrategia en tu cabeza, basta con verbalizar claramente tus deseos y quizá te sorprendas. Qué puede pasar si en vez de decirle para hacer algo le dices directamente ¿quieres ir al cine?, ¿vamos al malecón?, ¿me acompañas a tomar un helado? Lo más probable es que termines haciendo lo que quieres y la pases muy bien.
Pero, ¿qué ocurre si seguimos ocultando parte de la información? El sujeto en cuestión ni se enterará de tus verdaderas intenciones y tú guardarás un profundo e innecesario resentimiento.
Luego, fácil tres días después, explotarás en cualquier momento y te verás inmersa en una acalorada discusión. Te remontarás a aquellas veces en que no hiciste lo que querías y por último te sentirás la mujer más incomprendida del mundo.
Para colmo, él no tendrá idea de por qué razón te volviste así de loca. Al final, terminarás por pedirle disculpas, porque claro, ¿cómo él puede descubrir que tú querías una cena romántica si lo único que dijiste fue “tengo hambre”?
Déjame decirte que tanto hígado es por las puras. Ese tipo de peleas dañan la relación y las puedes esquivar. Así que ya lo sabes, aplica la practicidad de los hombres y lograrás obtener una mayor satisfacción.
Imágenes: Fondos Blackberry, Terra
Etiquetas : discusion, hablar, incomprendida, lenguaje sencillo, pareja, pelea, práctica
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