Consejos para alcanzar madurez en tu matrimonio

Disfrutar de la vida de casados debería ser toda la consigna de los recién casados; sin embargo, un gran porcentaje de divorcios o separaciones suelen darse entre los dos primeros años de matrimonio.

La razón, a menudo, es que la pareja descubre el verdadero rostro de cada uno y ello va generando resquebrajamientos en la relación que aún no está muy consolidada.

Mantener un matrimonio sólido requiere de más que solo tener una buena comunicación y tener intimidad con tu esposo.

Se necesita de compromiso con la relación y tener buena disposición para que juntos puedan pulir sus caracteres. Si sientes que le falta madurez a tu matrimonio, toma estos consejos y dale un giro a tu relación para alcanzar la verdadera felicidad.

Una de las cosas que el 99% de las parejas cree es que es el amor el que sostiene al matrimonio, cuando en verdad es al revés. El matrimonio es para amar y amar implica darse al otro, donarse al esposo o esposa. El amar no es fácil, pues requiere de sacrificios y entrega sin medida. Una forma de comprenderlo es viendo al mismo Cristo.

Asimismo, cuando el amor es verdadero, nunca se termina. Esto quiere decir que pese a los problemas que pueda traer la convivencia, el verdadero amor se mantiene firme; es decir, ama hoy y ama mañana, en tanto que el amor egoísta solo ama hoy.

Aprender a soportarlo todo y dejarse pulir por el tiempo hasta lograr una convivencia armónica es lo que le da sabor al matrimonio. Para ello es importante que aprendan cada día a solucionar sus problemas en armonía y sin lastimarse con ofensas.

Otras de las pruebas que todo matrimonio debe soportar para madurar es el de la fidelidad y el del tiempo. Ser fiel no solo significa no engañar en la intimidad con otro u otra, sino que es también saber acompañar en los problemas y en las alegrías a aquella o aquel a quien te uniste. Sobre todo es estar presente durante las pruebas, haciéndose fuerte el uno al otro y superándolo todo.

El éxito de una unión es buscar la felicidad del otro; si te casaste, porque te hace feliz, puedes fracasar. Es mejor que empieces por cambiar tu forma de pensar y apuntes a hacerlo feliz, o a hacer que sus  exitos sean los tuyos y viceversa.

Solo un matrimonio así llegará al final del camino juntos. Si sientes que ya no lo quieres como antes, empieza por recordar y redescubrir porqué te casaste con él o ella, y busca enamorarte nuevamente.

Fuente: Aciprensa.

Imagen: ElMundoAustin.

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Acerca del autor

Escrito por Lidia Caparachin

Soy comunicadora social, apasionada del cine, el teatro y la música; me encanta viajar, los helados de fruta y las series policiales.

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