Si como dice el libro, «los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus» es completamente normal que que discutamos con nuestra pareja -en caso sea heterosexual, y si no también por el hecho de ser una persona diferente a nosotras- sobre cosas que nos pueden parecer sumamente importantes y que a ellos no les parece así (y viceversa).
En algún momento podemos pensar que sería mejor estar con alguien que tenga nuestra misma forma de ser. Sin embargo, basta proyectarnos un poco para saber que sería muy aburrido, haciendo caer a nuestra relación en la rutina más desgastante del mundo.
Por otro lado, aunque seamos «polos opuestos» por lo menos debemos tener en común el hecho de amarnos y estar dispuestos a sacar adelante nuestra relación, que solo en los cuentos de hadas podría ser «color de rosa» y estar exenta de problemas.
Una vez comprendido esto, hay que tener en cuenta que toda pareja vive un constante «tira y afloje» por el que se tiene que negociar constantemente para encontrar la solución que beneficie a nuestra «media naranja», a nosotras y a los dos como unidad.
De ahí que los valores más importantes para mantener una relación a lo largo del tiempo sean la tolerancia, la paciencia y la solidaridad, sin que esto signifique poner en riesgo nuestra integridad. Por el contrario, debe hacernos más fuertes a nivel espiritual para asumir con buen tino todo lo que nos depara la vida.
Entonces, para que la negociación en pareja llegue a buen término es necesario tener en cuenta algunos puntos claves:
- Hacer nuestro FODA personal y el de nuestra pareja: Debemos identificar nuestras fortalezas y debilidades y las de nuestro enamorado/novio/esposo y luego las oportunidades y amenazas que afectan a nuestra relación (las que vienen de factores externos a nosotros).
- Hacer un «barrido» del terreno situacional: Antes de plantear algún tema de conversación, sobre todo en asuntos decisivos para ambos, debemos darnos cuenta de qué ánimo se ecuentra nuestra pareja y si será los suficientemente receptivo a lo que le queramos decir para prever su posible reacción.
- Hacer una oferta equilibrada: Debemos hacer una propuesta en la que nuestra pareja perciba que estamos haciendo un esfuerzo a pesar de nuestros defectos para que él también acceda a hacer lo mismo, dentro de su rango de limitaciones.
- Llegar a la renegociación y acuerdo final: Hay que estar preparadas ante una negativa inicial y saber en qué condiciones manejar una nueva negociación, después de la cual llegaremos a la solución más salomónica. Eso sí, cumplamos con nuestra parte del trato para que los próximos «tira y afloje» sean un éxito basado en la confianza.
Imagen: Novedades de Tabasco.com.mx
Etiquetas : Conquista, negociacion, pareja
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