Las mujeres y su mochila de la vida

Quién no se ha sentido alguna vez cansada, pero no ese tipo de cansancio fisico donde el cuerpo es el que te duele, sino me refiero a ese cansancio que muchas veces se lleva en el alma… de esto se trata la mochila de la vida.

Conforme hemos ido caminando por la senda de la vida, hemos experimentado infinidad de cosas, como la alegría de ver nacer a un niño, caminar tomadas de la mano de alguien especial, recibir un fuerte abrazo, que alguien nos espere en casa, llevar a pasear del brazo a un anciano, recibir una llamada inesperada, etc.

Pero también hemos pasado por situaciones difíciles que nos entristecen, como la muerte de algún familiar, tener un gran problema con uno de nuestros mejores amigos, un amor no correspondido, una traición, etc., situaciones que nos hacen entristecer y nos ponen vulnerables cada vez que las recordamos.

Todos estos momentos los recordamos y llevamos en nuestra mochila de la vida, y es así que conforme van pasando las semanas, meses y años, vamos engordando a esa mochila, hasta llegar a cierto punto en que no podemos cargar más ese peso, porque ya no nos deja caminar, no nos permite avanzar.

Entonces, es tiempo de que la descarguemos. Nos tomamos nuestro tiempo necesario, reflexionamos y elegimos qué situaciones debemos dejar ir, qué debemos tirar de esa mochila para que nuestro andar sea más liviano. Saca de ese equipaje todo lo malo, lo negativo, y quédate con lo positivo, lo bonito, aquello que te hace sonreír.

Una vez que hayas hecho esto, sentirás que tus días son más tranquilos, más felices para ti, empezarás a cargarte de entusiasmo y de buena energía para volver a andar. Aligera tu mochila de la vida y continúa, pues el tiempo no avanzará para atrás. ¡Suerte!

Imagen: DailyMail, Fabibonino.
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