Entre las parejas es común, y hasta saludable, sentir celos de cuando en cuando, porque así uno puede expresar el cariño o amor que siente a hacia su pareja.
El problema viene cuando este sentimiento empieza a apoderarse de uno y todo lo ve con malos ojos, a tal punto de querer separar a la persona de su círculo de amigos y mantenerla aislada solo para sí.
Esto último es lo que se denominan celos patológicos.
Los celos comunes nos ayudan a darnos cuenta de la importancia que tiene una persona en nuestra vida, y de los sentimientos que tenemos hacia ellas. A veces nos pueden causar problemas, pero ninguno tan grave que no pueda superarse y olvidarse fácilmente.
A diferencia de estos, los celos patológicos buscan separar a la pareja de todo aquello que pueda quitarles la atención de ellos. Es un sentimiento que viene acompañado de hostilidad, depresión y fuertes cuotas de inseguridad, que producen molestia y sentimientos de temor en quien los sufre; poco a poco esto va provocando el desgaste del cariño y produce la ruptura de la pareja.
Quienes padecen de celos patológicos no se dan cuenta de que los tienen, pues para ellos solo existe la posibilidad de que sus deseos se cumplan de manera absoluta, sin darse cuenta su relación se va tornando en una de dependencia en donde la infidelidad es su mayor temor y por eso buscan evitarla a como de lugar.
Para eso, no les importa perseguir a sus parejas y están a la expectativa de lo que ocurre alrededor de sus compañeras, tratando de interpretar cualquier señal como una posible infidelidad.
Si sientes que tu relación ha cambiado y que tu enamorado empieza a asfixiarte con sus desconfianzas, a hacerte pasar vergüenzas al lugar que vayas y a quererte obligar a desenvolverte del modo que él quiere, puedes estar segura de que tu novio padece de celos patológicos y debes buscar ayuda.
Fuente: Publiboda.
Imágenes: Taringa.
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