Cuando finaliza una relación de pareja (sobre todo si es con la persona que hemos amado más hasta el momento), también llegamos a creer que nuestra vida termina con ella. Sin embargo, eso de que «todo tiene su final» no se aplica a este caso, pues el amor a nosotras mismos y la fuerza de voluntad para salir adelante a pesar de las adversidades es algo que, queramos o no, estamos obligadas a poner en práctica si realmente queremos ser felices.
Es muy probable que si el rompimiento está reciente solo deseemos regresar con nuestra pareja así sea él quien tenga la mayor cantidad de culpa en el problema. Pero esta es una visión muy reducida de la realidad que solo nos lleva a sufrir más y ensimismarnos en nuestros sentimientos heridos, lo cual nos pone vulnerables y llevarnos a cometer algo de lo que podemos arrepentirnos después.
Si bien nadie está en los zapatos de otro para saber cuánto sufre, lo cierto es que la esperanza de que tengamos una segunda oportunidad con otra persona es un buen aliciente para animarnos a vivir la vida sin los errores del pasado y con el espíritu fortalecido.
La cuestión de comenzar de nuevo es que hay que estar muy seguras de cuál será el momento propicio para hacerlo. Ciertamente el refrán de que «un clavo saca otro clavo» no es el más propicio cuando está tan reciente una ruptura porque nunca faltan aquellos que en vez de ayudarnos a superarla, se quieren aprovechar de nuestro estado vulnerable y terminan por perjudicarnos aún más.
Personalmente, creo que el momento más propicio para darse un «second chance» es bastante relativo (una gran amiga me dijo alguna vez que puedes tomarte un luto de un año, pero aún no lo he comprobado). No obstante, lo ideal es que si encontramos alguien que creemos que vale la pena como nueva pareja, lo ideal es que lo tratemos primero como amigo para conocerlo mejor y luego nos dejemos conquistar si es que sus intenciones son serias con nosotras.
El proceso de conocimiento y re-conocimiento depende de cada persona (en este caso, intento de pareja), pero definitivamente tiene que ser tomado con pinzas y demorarnos más que en nuestra relación anterior, si es que se trató de un romance fugaz. Recuerden que conocer a alguien es descubrir su cosas positivas y negativas y eso no es cuestión de un par de meses e incluso un par de años.
Si después de un tiempo considerable no le descubren algún defecto, lo más probable es que esconda algunas cosas y no sea la mejor opción para reiniciar su vida amorosa. Pero si van descubriendo sus manías y creen que pueden lidiar con ellas y él con las suyas porque hay más que simple atracción, entonces no lo piensen dos veces y anímense a intentarlo. Tampoco vale desaprovechar las buenas oportunidades por un mal recuerdo.
Imagen: Igooh
Tags Blogalaxia: Conquista, Rompimiento, Segunda Oportunidad.
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