Me dejaron plantada en el altar, cómo superarlo

Quedarse plantada en una boda es un hecho sumamente impactante que nos puede dejar marcadas de por vida, a menos que decidamos dar un paso adelante y superarlo. Aquí te diremos cómo.

Para toda mujer, el momento más importante de sus vidas es el matrimonio. Casi todas incluyen, como parte de sus primeros juegos, el imitar ser una flamante novia que entra al altar con un hermoso vestido y tocado de lujo. ¿Cuántas no nos hemos ido al jardín para arrancar flores y hacernos un bouquet, cuántas no nos hemos puesto un mantel sábana sobre la cabeza para hacer de velo?

Y ojalá todas estas cosas la entendieran algunos hombres que subestiman la importancia que esta tiene para nosotras. Por ello no se imaginan el impacto que pueden causar, si no se sienten preparados y nos abandonan en el altar.

Que el novio a quien nuestras familias y amigos conocen, con quien hemos gritado nuestro amor a los cuatro vientos, nos deje vestidas y alborotadas frente a todos, sin duda es un hecho traumático, tal vez tan traumático que podríamos compararlo con el dolor por una pérdida súbita de un ser querido. Por ello, si conocemos a alguien que está pasando por este trance, debemos apoyarlo y guiarlo a la superación de este mal.

Porque, superar esto es difícil, más no imposible. Y para lograrlo, lo primero que tenemos que hacer es averiguar las causas. Una pareja no nos abandona porque sí. En casi todos los casos, hay un problema que subyace y que ya lo ha estado preocupando desde antes.

¿Por qué nos pueden dejar plantadas?

Aunque para un hombre el matrimonio aparente no ser tan importante, está consciente de que es un gran paso que implica muchos cambios, y la aceptación, sobre todo, de que es con esa mujer que llevará al altar con la que pasará el resto de su vida.

Para los hombres, quienes aman su libertad e independencia, esto puede ser asfixiante, y peor aún, si no están tan seguros de sus sentimientos hacia ella. Esto sucede en la mayoría de los casos y cuando ya no falta casi nada para dar el sí, es cuando se arrepienten y deciden huir.

Recuerdo ese famoso capítulo de la serie Friends, cuando Chandler Bing comienza de pronto a sentir pánico de las bodas, luego de oir un mensaje en el teléfono en que Mónica, su novia anunciaba: «si llamas luego del sábado (la boda), hablará con ¡los Bing!». Durante todo ese capítulo tuvieron que buscarlo antes de que ella se diera cuenta de lo que ocurría, hasta que lo lograron y le hicieron entrar en razón. Y se casaron.

Otra de las causas por la que un novio puede abandonar el compromiso es un hecho súbito, por ejemplo, se me ocurre que, una ex haya aparecido con un hijo de él o que él tenga un problema personal irresolvible que cambie las cosas para siempre (ejemplo, una enfermedad grave).

Una última causa que puedo señalar es el rechazo a las responsabilidades que implica un matrimonio. Ser el hombre de la casa y futuro padre de niños puede ser demasiado para alguien que no está listo.

¿Cómo superarlo?

Superar algo como eso es una empresa difícil, ya que empieza un largo camino de superar las heridas. Dado que el matrimonio es un acto público, habrá que enfrentar también las habladurías de la gente.

Habrá un primer periodo de duelo por lo ocurrido que hay que respetar, siempre estando cerca de la persona para que sepa que no está sola en esto. Tal vez le dure una o dos semanas, para después irse animando.

Un viaje sería también ideal, tal vez utilizar con algún familiar o amigo el ticket o paquete de viaje de la luna de miel puede ser útil. Sino, planea un viaje con la persona afectada. Salir le hará mucho bien.

Si hay opción de pasar un tiempo fuera del ámbito donde ocurrieron los hechos, por ejemplo, la casa de un pariente en provincias, en otro distrito sería también saludable.

Como dice el dicho, el tiempo lo cura todo y es este tiempo el que hay que tomarse para sanar. En algunos casos sucede que la pareja arrepentida regresa, pero no es bueno conversar cuando recién se está en pleno dolor, sino después, cuando ya se tiene más cabeza fría para discutir el tema.

En ti quedará definir si le perdonas y le das una nueva oportunidad o no. La consejería de un profesional podría ayudarles a redefinir sus votos y sus deseos. No lo olvides, no hay problema que no se pueda superar, siempre que nos lo propongamos, porque siempre hay una luz al final del túnel.

ImagenCurrin, Bodaguia, Cosmopolitan, Woman.gb, Comunion.

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.

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