Cuándo aplicar la técnica RNRJ en nuestra relación

Toda relación tiene como base la comunicación y la negociación. Por supuesto, ambos artes se van perfeccionando con el tiempo, así como con una gran dosis de paciencia de buen humor.

No obstante, una de las causas más comunes de los problemas de pareja es que ninguno quiere dar su brazo a torcer, haciendo que una nimiedad se convierta en causal de separación cual si fuera pan de cada día, como dicen nuestras abuelas.

Si recuerdan la película “Retroceder nunca, rendirse jamás” -la que hizo famosa al actor y maestro de artes marciales Jean Claude Van Damme- entederán que a punta de mucha tenacidad el protagonista pudo lograr cosas que antes le hubieran parecido impensadas.

Pues bien, la constancia también es una virtud que debemos aplicar en la vida en pareja, aunque sabiendo cómo hacer el “tira y afloje” o, por lo menos, dar apariencia de ello al susodicho.

Uno de los peores errores que podemos cometer es mostrarnos dominantes y/o con ganas de querer controlar hasta su más mínimo movimiento. La naturaleza masculina resulta más “práctica” (por así decirlo) en las lides emocionales y a la más mínima percepción de ello, terminará por querer darse el famoso “break” en el mejor de los casos.

Muy aparte de las características psicológicas de los hombres, la idea es ni siquiera pensar en doblegar la libertad de cualquier otra persona, con mayor razón si se trata de nuestra pareja.

Por tanto, tampoco debemos creer que con nuestro  amor vamos a cambiar su manera de ser para “mejor”, pues solo vamos a hacer un esfuerzo en vano que nos decepcionará a la larga. Debemos saber que los seres humanos solo podemos disminuir la intensidad de ciertos defectos, mas no desaparecerlos.

Entonces, la técnica de RNRJ (Retroceder Nunca, Rendirse Jamás) solo es aplicable cuando debamos prestarle apoyo a nuestro enamorado/novio/esposo en caso atraviesen por una dificultad, demostrando la mayor seguridad y control de los nervios que nos es posible. Pues aunque no lo crean, la energía que transmitimos es la que nos retorna la vida.

De igual manera, si tenemos una opinión distinta a la suya y creemos que la nuestra es la acertada respecto de una decisión que debemos tomar juntos, entonces podemos mantenernos en nuestra posición, pero a base de argumentos sólidos y siempre mostrando respeto por la otra posición, a manera de un buen debate.

Claro que si deseamos conseguir algún propósito en común para el que nuestra pareja aún no se sienta completamente convencida pero tenga una intención inicial a favor, no hay que rendirnos y trabajar progresivamente en que nos dé el definitivo SÍ. Tenemos muchas armas femeninas que nos pueden ayudar, pasando por nuestra inteligencia, buen tacto y belleza femenina.

Imágenes: Alapar, Mujer Presente.com.

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Acerca del autor

Escrito por Vicky Sampi

Publicista de 1.54 mts. con aficiones periodísticas, gusto por la lectura, el vino, las caminatas y la buena compañía. Muy pronto aprendiz de cocina (nuevamente).

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