Amorios en la oficina… ¿y tú eres la jefa de los enamorados?

Los romances entre empleados en una oficina son un fenómeno casi generalizado. pero ¿qué sucede cuando la empresa está a tu cargo y los protagonistas son tus empleados?

Dicen que en el amor no se manda, y la oficina no es un impedimento para ello. La convivencia diaria (de hecho, se dice que casi la mitad de la vida se la pasa uno en su centro de trabajo, no puede evitar los roces, la interacción y en algunos casos, la intimidad.

Llevar un romance en la oficina es de por sí difícil pues, los avatares de una relación, con sus altas y sus bajas, definitivamente influye en la productividad. Yo recuerdo la vez que trabajaba para un instituto como jefa de redacción del área cultural. Tenía dos compañeros de trabajo, una reportera gráfica y el otro asistente contable, que vivían un tórrido romance a escondidas de los jefes.

Pronto, esta relación se volvió tormentosa y era penoso oirlos discutir en horas de oficina ni bien el jefe se iba, luego, obviamente, los descalabros y errores en sus trabajos teminó pasandoles la factura: a él lo sacaron y a ella la movieron de área.

Pero, ¿cómo lidiar cuando por ejemplo, tú eres la jefa y te encuentras con situaciones como esa? en un mundo tan pequeño como el de la oficina (a menos que se trabaje para una gran fábrica o corporación) el secreto no durará mucho y tarde o temprano lo sabrás.

¿Cuál sería la solución? ¿Despedir a los protagonistas? ¿Dejarlos proseguir con su romance tórrido?

Lo primero que tienes que hacer es evaluar bien la situación, comprobar la veracidad de la noticia y evaluar el desempeño de ambos implicados. Definitivamente será contraproducente descubrir que ambos no son tan productivos. También es bueno saber si hab generado situaciones de indecoro o mala conducta, si el caso es así, definitivamente debes llamarlos y hablar de la situación, amonestarlos y advertirles que eso no puede ocurrir.

Lo segundo es examinar las políticas que se han creado en tu empresa: si tanto tú como tu directorio principal han resuelto que no es bueno para el funcionamiento de la empresa, el que los empleados sostengan romances, entonces tendrías que tomar cartas en el asunto y conversarlo con ambos.

Pero si la legislación de tu compañía no establece nada al respecto serás tú quien tenga que tomar la decisión en base a lo evaluado. Si el examen arroja que ese romance no representa un peligro para la productividad y la normal convivencia en la oficina, entonces no hay problema, pero si es lo contrario, tendrás que cambiar tus políticas y asegurar que eso no ocurra en detrimento de todos.

Imagen: TheLostOgle, BestAds, Descubre.

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.

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