Bésame mucho: historia, beneficios y tipos de besos

Son románticos, apasionados, y, en definitiva, la expresión máxima del amor entre dos personas. ¿Pero, sabes desde cuándo el ser humano ha juntado labio contra labio para decir te amo o para expresar afecto? Conozcamos más sobre el origen, historia y significado del beso.

La semana pasada vi por enésima vez una película que de verdad, hace llorar hasta a el más anti-romántico. Se llama Los puentes de Madison; en ella, un enamorado Clint Eastwood, conquista a una Meryl Streep ama de casa, que nunca había conocido esa fuerza apasionada e irrefrenable del amor en su estado más puro.

Hay una escena muy especial en esa película en que ambos personajes se besan en medio de un interminable baile en una cocina. Y recordé la primera vez que la vi (tenía entonces 15 años). En ese instante supe lo trascendente, universal y personal a la vez, que puede encerrarse en ese acto de juntar los labios; y supe también qué maravilloso y único es el beso y qué importante es este en la vida de todas las personas.

Y aunque tiempo después sentí todo eso cuando di mi primer beso, esa película me recuerda siempre ese impacto ante un hecho que puede verse todos los días en calles y plazas, pero que encierra algo mucho más inmenso e imperecedero, que nos representa la parte más bella de ser humanos.

No solo te recomiendo ver esa película, sino seguirme leyendo porque a continuación te contaré cuál es el origen de esta práctica y cómo hoy en día significa tanto para nosotras como para todo el género humano.

Tan viejo como nosotros

Si quisiéramos rastrear el origen del beso, nos daremos cuenta de que es tan viejo como la vida misma, tan antiguo que tendríamos que sentarnos en una caverna y retroceder millones de años para ubicar el momento preciso en que el ser humano decidió juntar su boca con otro.

El beso, según estudios, se origina, desde el contacto inicial entre madre e hijo. Existe la teoría de que los primeros homínidos tenían que masticar la comida y triturarla para dársela luego a sus bebés. De este contacto súper íntimo se dio paso al afecto y al sentimiento.

Esa proximidad entre los rostros y los labios para expresar sentimientos se fue desarrollando de distintas maneras, entre las civilizaciones: mientras besarse para prodigarse amor, pasión, deseo y afecto, pasó a superponerse como práctica instintiva de afecto entre dos amantes en culturas como la griega y la India, en otras comunidades, como los esquimales, pasó de los labios a la nariz (ellos se besan frotándoselas mutuamente). Para los maoríes, el afecto se expresa mordiéndose suavemente las mejillas.

Así, en  la cultura Occidental, en el siglo XVI ya estaba claro que el juntar suavemente un par de labios con otros, eran la expresión más sublime de dos almas enamoradas, sino lee lo que dicen estos versos de Romeo, a través de la pluma de William Shakespeare, cuando se dirige a su amada:

Si con mi mano, por demás indigna
profano este santo relicario,
he aquí la gentil expiación:
Mis labios, como dos ruborosos peregrinos,
están prontos, están prontos
a suavizar con un tierno beso
tan rudo contacto.

 

Sus beneficios

Hoy en día, el beso es el amor, la pasión y… mucho más. Recientes estudios, han señalado que besar nos levanta el ánimo, que libera sustancias como la dopamina, que estimulan esa región del cerebro que nos hace sentir optimistas, felices y con energía e incluso que besar nos hace quemar hasta 26 calorías si se lo practica apasionadamente.

Para Jesús de la Gándara, jefe de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Burgos y profesor en las universidades de Burgos y Valladolid , autor del libro ‘El Planeta de los Besos’ «buena parte de nuestra felicidad depende de la cantidad de besos que nos dan o damos».

Esto porque besar implica una acción -y reacción- generalizada de varios órganos de nuestro cuerpo (cerebro, encéfalo, respiración, ritmo cardiaco, tensión arterial,  tono muscular, salivación o secreción hormonal) que procrean ese estado sublime que sentimos cuando besamos.

Y de entre todos estos descubrimientos científicos, me sorprendió este que te paso a describir a continuación: según un estudio, realizado en la Universidad de Princeton, y que se publicó en 1997, nuestro cerebro humano posee neuronas que le ayudan a encontrar los labios de su pareja a oscuras, así cerremos los ojos o nos apaguen la luz. Increíble, ¿verdad?

Besos famosos

El beso es un acto tan importante y necesario en la vida de todos los seres humanos que no hay escultura, pintura, película, canción o imagen que se canse de representarlo en todo su esplendor. Y en todas partes, en las situaciones más insospechadas y a lo largo y ancho de toda nuestra vida en la tierra no dejan de reinventarse.

Para citar algunos, por ejemplo, fueron famosos los besos entre los jerarcas rusos en la ex Unión Soviética, en el rudo fútbol no dejó de sorprendernos el gran Maradona estampándole uno a Claudio Caniggia en un superclásico Boca-River.

Sin embargo, aquí he elaborado una lista de los besos más recordados:

  • El beso de Rodin: así se llama la famosa e inmensa escultura hecha por Auguste Rodin en el siglo XIX, una de cuyas copias se ubica en los jardines de las Tullerías en París. En su tiempo no fue muy valorada, pero hoy en día es todo un monumento al amor.
  • El beso del Times Square: una de las fotografías más famosas, tomada el 15 de agosto de 1945, fecha en que las multitudes se volcaron a las calles a celebrar con abrazos y besos el fin de la guerra. Glenn Edward McDuffie es el marino quien se atribuye ser el protagonista de una de las escenas más bellas de alegría. ¿Y la enfermera? Se trata de Edith Shain.

  • El beso de Burt y Deborah: uno de los besos más recordados del cine en la película De aquí a la eternidad entre Burt Lancaster y Deborah Kerr, aunque yo me quedo con el de Clint y Meryl.

  • El beso de Judas: quizá el beso más trascendental de la historia de la humanidad, que sellaba la traición del Iscariote quien entregó a Jesús y lo llevó a la muerte.
  • El beso de Charles y Diana: la princesa del Pueblo y el Príncipe de Gales sellaron el matrimonio más visto de la historia con un apasionado beso, rompiendo el tradicional protocolo que no permitía tan tiernas muestras de afecto en público.

  • El beso entre Iker Casillas y Sara Carbonero: uno de los más recordados y lindos que nos dejó este último mundial que llevó al equipo español a alzarse con la Copa del Mundo. Su novia, la periodista Sara Carbonero lo estaba entrevistando, y en un arranque de felicidad, el golero le estampó un tierno beso.
  • Bésame mucho: aunque no es una representación gráfica, quién no recuerda esa maravillosa canción de la mexicana Consuelo Velasquez que ha sido versionada cientos de veces en todos los idiomas. Mira este video en que la compositora ejecuta una magistral interpretación instrumental de este tema:

 

Tipos de besos

Dada la larga tradición histórica que tiene el beso en nuestra vida, existen distintas clases. Las que más conocemos son las siguientes:

  • Simple: aquí le decimos «piquito» y consiste en acercar  y juntar los labios de una y otra persona. Es el beso de cuando nos despedimos o saludamos.}
  • Beso francés: conocido como el beso con lengua. Jugueteamos con nuestras lenguas, ya sea frotándolas entre sí o con los labios de la pareja. Es un beso muy intenso y apasionado.
  • Beso ladeado: cuando inclinamos ligeramente las cabezas de lado, en sentido opuesto y allí se produce el beso, para luego moverlas en el sentido opuesto.
  • Beso volado: no necesita del contacto labial, pero quienes lo lanzan al aire apoyando la mano en la base de la boca, sin duda que lo hacen con mucho amor.

Para terminar, te dejo con un extracto de la película Cruel Intentions en que el personaje de Sarah Michelle Gellar le enseña al de Selma Blair, cómo besar. Una curiosa escena que quizás se repita en miles de situaciones de chicas adolescentes. Aunque yo he escuchado que practican con una manzana mordida.

Imagen: TheBlogOfBenNadeliKissYou.com, LaHoraAnticuchera, MagazineDental, Marca.com,TheFunkyApple, iKissYou.com.

 

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Acerca del autor

Escrito por Carla Gonzales

Egresada de Literatura en la UNMSM, periodista y correctora de textos y estilo. Actividades: leer, escuchar rock clásico, jazz, blues, proyectos literarios.

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